El compost se produce a partir de materia orgánica y su principal uso es el de fertilizar suelos de cultivos. Al mismo tiempo, es un abono más completo y complejo que existe en el mercado. Los abonos convencionales o inorgánicos tienen una composición muy sencilla, por lo cual son muy homogéneos. Por el contrario, la composición del compost es muy diferente, puesto que su origen es natural. Pero su mayor ventaja respecto al resto de abonos, es que cuenta con nutrientes que forman redes complejas junto con más moléculas orgánicas, favoreciendo así la liberación y absorción de nutrientes.

Componentes nutricionales del compost:

El compost es un material muy heterogéneo que contiene todos los elementos necesarios para completar un ciclo vegetativo óptimo. Sabemos que la nutrición de los cultivos depende directamente de la fertilidad del suelo y del estado del material vegetal, por lo tanto, cada elemento cumple una función en el desarrollo de cualquier especie y, en el caso de existir carencias, se ve afectada la producción.

A continuación mostraremos de forma general las principales funciones de estos elementos:

Macronutrientes

  • Nitrógeno: forma parte estructural de los aminoácidos, los cuales forman proteínas, y también de la clorofila. Por lo tanto, tiene un rol fundamental para el desarrollo vegetativo de las plantas.
  • Fósforo: es un elemento estructural del ADN, de los fosfolípidos y de la molécula de ATP, y cumple una importante función energética. Su carencia puede afectar el desarrollo de brotes en los fruteros, el mazolaje en cereales y el desarrollo radicular.
  • Potasio: tiene tres funciones principales, interviene en la activación enzimática, el movimiento de azúcares y es regulador osmótico. Su carencia produce una reducción en el crecimiento y el rendimiento de los cultivos.
  • Calcio: es parte de la estructura de la pared celular. Su deficiencia genera desórdenes fisiológicos importantes en tejidos de crecimiento rápido como los frutos. Un ejemplo de esto es el “bitter pit” en las manzanas.
  • Magnesio: forma parte de la molécula de la clorofila. Por lo cual es fundamental para la fotosíntesis. La diferencia de este elemento produce que las hojas se vuelvan amarillas.
  • Azufre: tiene funciones estructurales en algunos aminoácidos. La carencia de este elemento produce clorosis a las hojas.

Micronutrientes

Elementos como el boro, el cloro, el cobre, el níquel, el magnesio, el molibdeno, el zinc y el hierro son considerados micronutrientes esenciales para el desarrollo de los vegetales. Las plantas los necesitan en menor cantidad y sus excesos pueden producir fitotoxicidad. Cumplen una gran variedad de funciones estructurales, enzimáticas, fotosintéticas, hormonales, entre otros.